CONSEJO FUNDACIONAL
FUNDACIÓN ORONOS®
MARIANNE AMSLER, *4.11.1956, PRESIDENTE
Yo nací en Suiza y estoy domiciliada en Olten. Es la ciudad en la que crecí y vivo y donde di a luz a dos hijos varones maravillosos. He estudiado carreras en profesiones sociales y otras profesiones, completadas por formaciones profesionales distintas que me han capacitado para buscar y encontrar siempre de nuevo formas innovadoras de asistencia humana. Estos conocimientos y este tesoro de experiencias quiero compartir con otras personas en la práctica cotidiana. La vida me ha dado tanto y me ha hecho feliz. Mi visión es reconciliar el cielo con la tierra, para que el amor encienda su luz en todos los seres humanos. Mi pasión es vivir y actuar con felicidad y contribuir a traer la paz al mundo.
EVA HEMM, *28.10.1973, ADMINISTRACIÓN DE LA FUNDACIÓN
Nací y crecí en Munich y soy madre de tres hijos maravillosos. Durante mucho tiempo, trabaje como enfermera pediatra en un jardín de infancia alternativo fundado por iniciativa mía, así como en una guardería infantil y en una escuela.
La vida y el destino de otras personas siempre me han interesado mucho y conmovido profundamente. Por lo tanto, me alegra mucho poder trabajar ahora para la Fundación Oronos, obrar en todo el mundo de conformidad con sus ideales y dedicarme a ella con todo mi amor y entusiasmo. La vida es algo único, precioso y hermoso y quiero compartirla con todo el mundo. Para seguir mi visión y porque amo la libertad, ahora vivo en la región del Rhön.
STEFAN SIEBERER, *15.02.1984, GESTIÓN ESTRATÉGICA
Viajar por la paz: Mis viajes me llevaron a zonas en guerra como Siria, así como a la frontera de Corea del Norte y a Fukushima y Chernóbil. Para mí no hay fronteras. Amo la naturaleza, los animales y las plantas. Y la felicidad de los hombres. Me gusta expresar mi creatividad – en imágenes, fotografías y otras formas de presentación. Mi misión es motivar a personas a ampliar su horizonte intelectual y acompañarlas amorosamente en el camino hacia la salud. Crecí en una granja pequeña sita a una altura de 1000 metros en la región de Salzburgo, la que más tarde abandoné para ver el mundo y hacer algo grande.